lunes, 20 de diciembre de 2010

What is your deepest fear?

Our deepest fear is not that we are inadequate. Our deepest fear is that we are powerful beyond measure. It is our light, not our darkness that most frightens us. Your playing small does not serve the world. There is nothing enlightened about shrinking so that other people won't feel insecure around you.
We are all meant to shine, as children do. It's not just in some of us, it's in everyone. And as we let our own light shine, we unconsciously give other people permission to do the same. As we are liberated from our own fear, our presence automatically liberates others.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Experimentación.


“Gone too soon”

La sociedad, no sólo la mexicana sino en general, está acostumbrada al uso inconciente de recursos naturales, tanto que despreocupadamente pueden presenciar el desperdicio de estos que hay día con día.

La pieza genera un discurso crítico-moral ya que se basa en hacer conciencia del uso desmedido de estos recursos, pero se construye específicamente en el cuidado del agua; crítico porque sistémicamente aplica un juicio de valor al hecho de hacer un “mal uso” de este recurso que es el agua. Este juicio de valor es elaborado mediante una sociedad que define cómo debe usarse apropiadamente el agua; también juzga mediante discursos científicos ya que existe la afirmación de “se está acabando el agua”. Moral porque en conjunto social se determina cómo usar este recurso, es incitativo de no desperdiciar. También discurre desde lo publicitario porque pretende trascender en la sociedad intentando que se actúe sobre este hecho de “no desperdiciar” y prescriptivo, ya que invita a cuidar de nuestros recursos naturales y medirnos en el empleo de estos. Por tanto el discurso se vuelve político al generar esta conciencia con los que presencian la pieza.

El objeto físico deviene el significante de un signo porque surge en un contexto social y se recibe en este contexto. Su capacidad para significar es social. El significante artístico es aquél en el cual todos los elementos son pertinentes para la significación (Jan Mukarovsky).

Elegimos esta temática ya que estamos concentrados en general en el cuidado del medio ambiente. Dentro de este lenguaje: medios de producción artística, algunos no somos responsables del uso desmedido que tenemos de materiales tóxicos y dañinos hacia el ambiente. No prestamos atención al hecho de que la plástica es sumamente un factor contaminante, el agua con la que enjuagamos nuestros pinceles la vertimos al drenaje sin importarnos cuan dañino es el pigmento, o bien, cualquier solvente dentro de este medio depositado en el ambiente es nocivo, estamos contaminando. Por esta razón, nos hemos centrado en producir alguna pieza que genere esta premisa. Centrándonos en el cuidado del agua.

El ready-made pretende generar isotopías de conciencia de por qué es importante cuidar el agua en base a nuestro topic, el cual se desarrolla en la hipótesis posteriormente explicada.

Mostramos énfasis en le hecho de que este líquido no es un recurso interminable, como normalmente se pensaría; no sólo la contaminación que nosotros mismos producimos, sino también el mal uso que le damos está provocando que se agote poco a poco. También acentúa que no sólo se acabará este recurso vital, sino el humano y de paso la mayoría de seres vivos se irá junto con ella, ya que nuestro organismo posee un 75 % en promedio de agua.

La obra se construye con un bote de basura metálico con tapa y pedalera, el cual por su forma, color y tamaño nos habla de un bote de basura común. Ese cromado del bote, su tapa y el pedal nos refiere a que no puede contener más allá de basura. ¿Por qué no fue amarillo o de cualquier otro color? Pues consideramos que de esta forma no sería tan visible o entendible, como lo es con estas características dadas. Quizá amarillo o de otro color o forma, pudiera entenderse como cesto de revistas, o recipiente contenedor de agua, no de desperdicio. Este primer objeto funge como base donde en la tapa (la cual se muestra abierta) tiene un grifo de agua pegado, el cual apunta hacia adentro. Este grifo, de igual forma no es cualquier grifo, es una regadera común que cualquier cuarto de baño tendría, por tanto, al no ser un grifo cualquiera que puede encontrarse en una barrica de cerveza, o en un estacionamiento, podemos deducir que éste contiene agua mejor purificada que la que utilizamos para lavar el coche. Incluso, el hecho de que no posé una llave la cual controle el paso de este líquido, nos habla de que no existe un mando sobre éste, entonces podemos agregar que el agua fluiría en desmedida, en caso de no ser controlada por una llave de agua. Éste a su vez contiene un muñeco saliendo de él, el cual tiene características parecidas a las de un humano. La operación sintáctica que manejamos se muestra bastante clara, y cada sema, en base a esta conexión, adquiere una carga sígnica. El bote de basura evoca una suerte de finalización, donde algo acaba después de cumplir con cierta función, donde se reúne el desperdicio para ser eliminado. Como cuando decimos “no tires el dinero a la basura”, nos referimos a que no lo desperdiciemos ya que el hecho metafórico de tirar el dinero a la basura habla de no poder recuperarlo. De la misma manera que si tiramos el agua, no vamos a recuperarla. El grifo, presupone un proveedor de algún líquido, y por ser éste un utensilio doméstico podemos aseverar que es agua potable con la cual realizamos nuestro aseo personal; la que podemos beber con sólo alzar la cabeza y abrir la boca; la que, si enjabonamos nuestros ojos, nos enjuaga. Pero el hecho de que el grifo contenga un muñeco, el cual a la vista muestra un par de figuras cilíndricas que se parecen a unas piernas de humano, saliendo de éste, simboliza que parte de un ser vivo se constituye de agua y éste a su vez, que apunta hacia el fondo del bote, nos representa que se “está tirando a la basura”.

Entonces, el topic que sugerimos se origina en la conexión que estos tres objetos nos marcan, habla de que el agua, que nosotros mismos desperdiciamos, no se está yendo sola, nosotros estamos haciendo que se vaya y no sólo eso, sino que también nos estamos yendo con ella.

Nuestra pieza, como dice Francisca Pérez Carreño, sólo significa ya que no es ícono del desperdicio del agua, sólo simboliza esta premisa, y por el contexto que se le da, sabemos que no hablamos de cualquier ensamble de piezas. Se constituye en ready-made ya que hablamos de algo que ya está hecho, sólo le reestructuramos su función y unimos las piezas de tal forma que queda como una pieza artística, ya que se coloca en un marco contextual diferente al que comúnmente estos objetos poseen y al que estamos acostumbrados. A su vez la unión sintáctica lo convierte en un símbolo, el cuál se decodifica mediante reglas dadas. Estas reglas las conocemos porque conocemos los objetos presentados y su función la cuál se pierde en la sintaxis propuesta. Como diría Rolan Barthes, la pieza connota el “desperdicio del agua”.

“Interpretar un signo consiste en elaborar un razonamiento a partir de su representamen. Cuando se trata de un símbolo, el representamen tiene la forma de un regla, se trata de una deducción”.

Por tanto nuestra pieza cobra sentido como readymade ya que los objetos pierden su función original, se reconstruye su función dentro de un contexto dado. Ahora no fungen como objetos sino como materiales, la regadera no podría servir como conductor de agua a menos de que ésta sea separada del bote y del muñeco y se le retire el silicón utilizado para ensamblarlos. El muñeco deja de ser muñeco y se convierte en una impronta de éste, ya que sólo se muestran los pies. El bote de basura, ¿podría quedar ambiguo ya que aún se puede depositar basura en él? En cierta forma no, ya que está sujeto a un entorno, o semiosfera concreta.

Barthes, Rolan y Jan Mukarovsky. Picasso: Les demoiselles d'avignon. 6 de 12 de 2010 .

Carreño, Francisca Pérez. «Interpretación de la imágen pictórica.» Carreño, Francisca Pérez. s.f.

jueves, 2 de diciembre de 2010

De lo etéreo a lo inefable

"Mi obra consta de hechos que, aún representados tienen una suerte de impalpabilidad, intentando demostrar cada uno de los detalles en los que normalmente no nos fijamos. De la misma manera que busca digerir la infinita e incomprensible textura del objeto representado a través de la mirada, y la profunda, infinita e indefinida sensación que produce".
Miguel Ángel Casco Arroyo

Un puñado de imágenes silentes cuestionado a su interlocutor, son el resultado de la producción que evidencia De lo etéreo y lo inefable. Y es que al confrontar las miradas, se evoca un juego que resulta, como su nombre lo indica, velado e indecible, donde el por qué y el para qué salen a flote, y más aún, encabezan el arsenal de preguntas que están por venir.

En su producción pictórica, Miguel Ángel Casco Arroyo invita a la comprensión de las formas, las texturas, los espacios, los objetos, todos ellos en su totalidad. Busca proponer las cualidades indisociables de los mismos, y lo hace a través de las miradas que incitan a la indagación de la persona retratada. Es entonces cuando las miradas ganan una suerte de atemporalidad. Uno puede pensar que es el objeto el que entra en el espectador, sin embargo el autor invita a que uno se adentre en el sosiego de las dudas que resultan del intercambio con la pieza.

Las imágenes están cargadas de goce, de dolor, de gestos y huellas que sugieren una realidad más amplia. Las miradas pesadas, las texturas en cabello y piel, son prenda de un puñado de preguntas que surgen en una primera lectura, y que se multiplican cada vez que se tiene contacto con los retratos. Es así como las piezas se expanden en su esencia, y se adentran en el juego de tensión con su interlocutor.

San Andrés Cholula, Puebla
Danilo Kerenski
Isidro Carreño
2010

Obras

http://www.flickr.com/photos/mig_ancasco/

Divisiones del Signo: Semántica, Sintáctica y Pragmática

Mezcolanza Semántica comenzó con el objetivo de reunir una variedad de códigos personales basados en una guía propuesta. Para realizarlo se eligió como medio cuatro tipos de técnica plástica (óleo, temple, acrílico y encáustico) aplicados sobre un bastidor, con pinceles, espátulas y manos, el proceso duraría una semana durante la cuál existía una amplia gama de posibilidades. Se eligió pintura a razón de un interés plástico bidimensional del propio autor de la obra.

Esta idea surge con la inquietud de reunir “respuestas” y elaborar una semiosis del resultado, invitando a pintar para decir algo; las guías (fichas técnicas) están inspiradas en experiencias propias del autor buscando la comprensión colectiva de estas. Durante la apertura el público comenzó participando de manera indistinta y arbitraria, algunos aportaban en varios bastidores y algunos sólo observaban. Posteriormente la aplicación de la pintura sobrepasó el bastidor llegando a paredes, piso y personas. Horas después cada cuadro fue enmarcándose de acuerdo al nombre de cada bastidor, logrando una integración distinta en cada tema.

Durante el transcurso de la semana, fue poco el trabajo pero más detallado y unificado, poco antes de la clausura los temas se unificaron en uno mismo ya que estos perdieron la figuración que cada uno contenía, la última intervención separó a cada uno usando palabras como signo.

Experiencia personal.

Inició de forma arbitraria, quizá sin hacer caso a las guías, y tomando como tema principal: hacer uso del material.

Esto poco a poco fue tomando un rumbo de signos muy usuales y unos fueron tapando a otros llegando a una cohesión interesante en cada tema. El objetivo principal cambió, se dieron elementos a disposición del público en general abriendo un gran campo de posibilidades no importando el qué sea sino que sea. Siendo esto bastante azaroso resultó en algo bastante concreto, obviando la importancia de la última palabra de alguien, alguien con la capacidad cultural y física para hacer y decir eso (el resultado) invadiendo otros discursos.

El experimento social cabe en, no importando como, aceptamos la permisión sin límites transgrediendo discursos. Al final encontramos una gran lectura de todo lo sucedido, afirmando el hecho inexistente de verdades absolutas, todo proceso semiótico de cada intérprete es tan valido como el de cualquiera.




Fotografías by Darlene Boza

Mezcolanza Semántica





“Si tal como lo dice Lacan, la propiedad comienza con el robo (…) es porque todos somos, en sentido general, ejecutores de un plagio. Desde el momento en que los significantes no pertenecen a nadie en particular, para hablar hay que plagiar al otro, para decir algo… hay que apropiarse de la palabra ajena, hacerse representar por lo exterior, por los significantes del otro.” Pablo Fridman (2000: 1)

Esta actividad preformativa está basada en cómo se construye una idea, es decir, cómo la Intersubjetividad es lo que se expone y no una subjetividad. Por Intersubjetividad entendemos el acceso a la subjetividad de otro(s). Efectuamos semiosis o lectura semiótica en todo momento, por muy inconsciente que lo hagamos. Esto es, realizamos una lectura de signos ya sea por estímulo-respuesta (Herramientas creadas por las personas para regular su propio comportamiento y el de los demás) donde el signo exige de parte del receptor una elaboración cognitiva de dimensiones complejas, es decir, para que un signo se reconozca como tal debe existir un receptor; (Perinat, 2006, p. 24) o también signo como mediador social, el cual establece comunicación, donde el lenguaje representa un signo por excelencia, aquel que abre la brecha hacia la construcción de los procesos más íntimos de la persona individual y social: la conciencia. (Vygotsky). El signo tiene carácter representativo y convencional, es decir, existen signos donde determinada cultura le da un carácter unívoco y signos que tienen una cierta legalidad universal. Ahora bien, dependiendo de la semiosfera (espacio semiótico fuera del cual es imposible la existencia misma de la semiosis, está ligado (el concepto) a determinada homogeneidad e individualidad semióticas. Lotman (1996)) es como podemos dar contexto a esa semiosis de signos, esta vez, el performance se desarrolla en una semiosfera donde se da el contexto (el performance per se), y las dimensiones del contexto (nombre de cada obra) donde cada uno efectuará una semiosis de los objetos dados (semántica) los ordenará para crear sentido (sintáctica) y los interpretará de modo que pueda plasmarlos en el lienzo (pragmática). Todo esto es en función del proceso semiótico según el triangulo de Charles S. Peirce, donde existe un representamen (vehículo signito) que connota un objeto y estos a su vez generan un interpretante. Puede existir tantos procesos semióticos como tantos sujetos existan, y estos procesos tienden a expandirse al infinito. Si prestamos atención al hecho de que la transmisión del mensaje no es la única función del mecanismo comunicativo, ni del mecanismo cultural en su conjunto. Estos, al mismo tiempo, realizan una producción de nuevos mensajes, esto es, actúan en el mismo papel que la conciencia creadora del individuo presente. Lotman (1996: p. 67) No existe una verdad absoluta, sólo verdades aproximadas, las cuales diferirán en cada receptor del mensaje, así como también no existe una subjetividad, ya que tus experiencias (esto incluye programas de T.V., el núcleo familiar, amigos, imágenes, todo, etc.) dan resultado a “tu propio punto de vista”, es decir, es la Intersubjetividad y no la intrasubjetividad la que habla por ti.

San Andrés Cholula

Miguel Ángel Casco Arroyo

2010