jueves, 2 de diciembre de 2010

Divisiones del Signo: Semántica, Sintáctica y Pragmática

Mezcolanza Semántica comenzó con el objetivo de reunir una variedad de códigos personales basados en una guía propuesta. Para realizarlo se eligió como medio cuatro tipos de técnica plástica (óleo, temple, acrílico y encáustico) aplicados sobre un bastidor, con pinceles, espátulas y manos, el proceso duraría una semana durante la cuál existía una amplia gama de posibilidades. Se eligió pintura a razón de un interés plástico bidimensional del propio autor de la obra.

Esta idea surge con la inquietud de reunir “respuestas” y elaborar una semiosis del resultado, invitando a pintar para decir algo; las guías (fichas técnicas) están inspiradas en experiencias propias del autor buscando la comprensión colectiva de estas. Durante la apertura el público comenzó participando de manera indistinta y arbitraria, algunos aportaban en varios bastidores y algunos sólo observaban. Posteriormente la aplicación de la pintura sobrepasó el bastidor llegando a paredes, piso y personas. Horas después cada cuadro fue enmarcándose de acuerdo al nombre de cada bastidor, logrando una integración distinta en cada tema.

Durante el transcurso de la semana, fue poco el trabajo pero más detallado y unificado, poco antes de la clausura los temas se unificaron en uno mismo ya que estos perdieron la figuración que cada uno contenía, la última intervención separó a cada uno usando palabras como signo.

Experiencia personal.

Inició de forma arbitraria, quizá sin hacer caso a las guías, y tomando como tema principal: hacer uso del material.

Esto poco a poco fue tomando un rumbo de signos muy usuales y unos fueron tapando a otros llegando a una cohesión interesante en cada tema. El objetivo principal cambió, se dieron elementos a disposición del público en general abriendo un gran campo de posibilidades no importando el qué sea sino que sea. Siendo esto bastante azaroso resultó en algo bastante concreto, obviando la importancia de la última palabra de alguien, alguien con la capacidad cultural y física para hacer y decir eso (el resultado) invadiendo otros discursos.

El experimento social cabe en, no importando como, aceptamos la permisión sin límites transgrediendo discursos. Al final encontramos una gran lectura de todo lo sucedido, afirmando el hecho inexistente de verdades absolutas, todo proceso semiótico de cada intérprete es tan valido como el de cualquiera.




Fotografías by Darlene Boza

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